(Vilafranca del Penedès, 1910 – Caracas, 1985). Profesor de Filosofía y Literatura en su Cataluña natal, es un ejemplo más de estos universitarios cuyo destino, vinculado con la placidez fecunda del aula y la biblioteca, se vio truncado de golpe —el golpe de la Guerra Civil— por la azarosa vida del soldado republicano y la miseria gregaria de los campos de concentración. Nada peor para un espíritu libre que la odisea del fugitivo, durante un año interminable con sus días y sus noches, a través de las tierras de Francia y del norte de África; hasta que, por fin, la llegada a sus manos del ansiado pasaje de barco le abrió el rumbo del Atlántico y la esperanza de América.
Fue la hospitalaria Venezuela —donde otros hombres de ciencia de su patria habían ya hallado refugio de paz y meditación— la que brindó al profesor Llorens la calma que necesitaba en su afán de responder al llamado de su vocación. Durante su residencia en Caracas, nuestro escritor se pudo entregar plenamente al culto de las ideas de su maestro Ramon Turró, el filósofo catalán que, junto con el castellano Ortega y Gasset y el vasco Miguel de Unamuno, brilla con luz propia en la constelación del pensamiento hispano.
Si en La Ben Nascuda (1937) encontramos al autor que toma la palabra frente a la filosofía oficial de Eugeni d’Ors (La Ben Plantada, 1911), en Com han estat i com som els catalans (1968) topamos con el ensayista lúcido e incisivo, que ironiza sobre el destino y los rasgos culturales de la identidad catalana. La obra de Llorens es, en realidad, un alegato a favor de la llamada cultura popular, a la que analiza con tino y sin prejuicio alguno. Así pues, en su ensayo Josep Robreño i el nou concepte de la Renaixença (1981) sobresale el historiador riguroso dispuesto a acabar con los tópicos de la cultura oficial de su país. En este libro que el lector tiene ahora en sus manos, Servidumbre y grandeza de la filosofía (1949), descubrimos al filósofo tajante y de ideas claras, al pensador comprometido que expone con ímpetu las bases teóricas de su pensamiento, y que discute, ya en aquel entonces, con Heidegger. Un luminoso meteorito.