Diario de 1937

A primera vista, la lectura de este pequeño Diario puede dar la impresión de algo trivial, a pesar del contexto histórico en que se escribió y al que su joven autor apenas hace referencia, pero al analizarse atentamente, el valor documental y sobre todo su humanidad entrañable se revela al lector con toda la inmediatez propia del género. En este sentido, es preciso señalar que en relación a otros diarios de la época, escritos también por jóvenes que participaron en la guerra, éste presenta la particularidad de centrarse en un período de tiempo dedicado a actividades de carácter militar pero no bélico; si a ello añadimos el propósito explícito de limitarse a la vida cotidiana del campamento, se entiende el carácter de una obra que acaba siendo otro interesante testimonio de unos días cuya triste realidad nos llega, pese al desenfado vitalista del narrador. (De la introducción de la Dra. Margalida M. Socías Colomar)